Poema para no ser leído

Estas últimas palabras

Se leen de los árboles

Es como tomar un café

y nombrar al suicidio

Simplemente reconocer

la muerte en los periódicos

esa piel transparente

que jamás se pronuncia

te dije acaso que la eternidad

se nos va acabando- no importa no te importa

no es de interés público/

Ayer nadie me entendía

es gracias al lenguaje

que llegué a no decir nada

o es gracias a la poesía

que para jodiendo con su “después te explico”

Retomando:

-tus manos se alzan y es la lluvia

la que intento nombrar

-en los caminos se detiene tu canto/

tu imagen la sombra fantasma entre mis ojos

un animal en tus piernas= una constelación nueva se origina

desde el incendio

Es tan fácil escribir esto y prenderle fuego

Tú lo sabes

Es como tomar un café

Y nombrar al suicidio…

Sobre el amor

El amor es reconciliación con lo no esperado, insatisfacción de verbo, buscar ese fantasma entre tus ojos, el tiempo se alza y acaso se comprende, deja de ser cuerpo y esto no resulta ser incómodo. El amor como la poesía es ritual de manos quemando encuentros jamás dados, es un lugar que se deja que jamás se ocupa o si se ocupa luego llega un exorcismo de ausencia, las ventanas, la tempestad de unos cabellos o caballos creando nuevos caminos. El amor es resultado de todo aquello que es fuego en tanto espanto, en tanto búsqueda llena de insomnio, de pájaros, de estaciones que desbordan nuestro cuerpo. Es palabra que jamás llegaremos a pronunciar, o acaso es nuestro en la noche entre peces devorando nuestro sueño, en la vigencia del lucero en nuestros labios. Para el amor no hay pregunta porque entre el bosque él no se halla, no nos halla en cuanto queremos descubrirlo, y si acaso lo alcanzamos una navaja llega a cercenar ese espejo que nos inventa. Él cuando se abrasa en el palimpsesto que es cuerpo, arena, memoria celeste, huella de lluvia que se precipita en nuestra frente, la alucinación de un rostro que nos arrastra entre pasadizos, la cumbre ultima del poema, resulta no ser milagro o maravilla porque es desconocimiento vital que nos arroja del paraíso…

...

Ahora no pretendo caminar contigo
aprender a tu lado tomando un café
o sólo renunciar a decir unas palabras odiosas
para concederte el triunfo
Lanzar piedritas una a una en la noche

Esta lucha de manos vacías
este mar que no renuncia a ser canto
esta hierba en tu rostro

En el juego de la presencia
en la libertad de los espejos
esta imagen latencia de árbol
esta imagen que arranco de tus ojos
que necesito para una nueva alucinación
para despertar lleno de incendios
para saber que el fuego es también inocencia

En el juego de lo que falta
en el espanto de lugares vacíos
en los caminos y los laberintos
en el suceso esperado que nos sorprende
estás estamos contemplándonos
desnudo desde mi orilla
recogiendo tus fragmentos
queriendo reconocerte en la lluvia
reconociendo que me desbordas
que nada se alcanza en mis ojos de agua
en estas manos llenas de líneas y amuletos y de reptiles
que nada se alcanza entre nosotros…

Tú que no suprimes la espera, el olvido, la ignorancia...

Tú que suprimes el olvido, la espera, la ignorancia
Paul Eluard


Esta espera/ esta fuerza de árbol
golpeando mis manos
La mujer vestida de cielo
no me mira
sus ojos / sus ojos
quiero detener los ríos en sus ojos

Ser el de antes/ ser el de ahora
ser todos juntos en ella

Recordar siempre la noche...
los frutos en su cuerpo
esa memoria que es un pájaro en sus cabellos
se cubre y se olvida

En su piel la lluvia detuvo la escritura...
no somos palabra de nosotros mismos
dejamos de conocernos en las ventanas
-nadie mira el mar nuevamente...

IV

El silencio crea pájaros en tus ojos
la libertad es un árbol en la palma de tus manos
tu sexo es un río donde nadie puede bañarse dos veces
Ansío esa libertad que se libera de tus manos
tu cuerpo iluminándose entre los bosques
La nostalgia es un país que lleva tu nombre
la razón arde en tu presencia
el sueño se fija en tu espalda
donde la noche es una palabra entre llamas
De los espejos sales desnuda
con ese árbol soportando tu fuerza
con ese río que arrastra mi cuerpo
El porvenir se puede leer
en ese follaje que tus manos ocultan

...

a ella


Y todo el tiempo en tu cuerpo
los ciervos bebiendo en la línea de tus manos
los caminos arden en ese fantasma que es tu sexo
en el espejo de agua
que se inventa en tu presencia
Las aves aclarando tus ojos
mirando en tu mirada la noche, el amor
En tus brazos se alcanza el aliento
se destroza ese árbol que lleva mi nombre
La espera de ese sol / entre mi cuerpo
Este fuego/ este esperar dentro tuyo
dentro y fuera de tu ventana
acechado de espuma y de silencio
desde el presentimiento que son tus manos
desde el humo
lleno de tigres
desde la palma de tus manos
descubriendo las cenizas de los bosques
Llego a ti sin encontrarte
tatuado de búsquedas y mares
reinventando la noche en tus raíces
Llego desde el sueño
desde tus precipitaciones y tu latido de caballo
deshaciendo mis caminos...
Llego a tu encuentro
al espanto de tu presencia
llena de serpientes
de estatuas alzándose en el cieno
al derrumbe de tu cuerpo
que es mi cuerpo ...

...

Hicimos el amor en silencio
Nuestros cuerpos
se cubrieron de rebaños
la noche en tu espalda
la leche se derrama entre la hierba

Los bosques transparentes
inventando el himen / el himen transparente
inventando los bosques

Ave hecha ceniza en la palma de tus manos

La ciudad es un laberinto de espuma
que se tatúa en tus muslos

Tu piel ardiendo
los leños descubren
el fuego entre tus piernas

Deja la noche en el camino
el astro fatigado de tu sexo.